Regalos caseros -2-

Seguimos con los regalos "made in Tocotón" para celebrar el año nuevo.

5. Sujetalibros

Este verano churri-mami se cambió de casa a un apartamento pequeñito pero en el barrio donde hace su vida habitualmente (así se evita coger un montón de autobuses diariamente, que cada vez le da más pereza). Fue divertido orientarle con la decoración (tampoco quería influir demasiado), decía "me siento como si me casara otra vez". Le quedó un apartamento súper apañado y modernísimo "que no quiero cosas viejas"..., en blancos, negros y toques de rojo. 

Los libros de la estantería estaban pidiendo a gritos un sujetalibros, que cada vez que voy los veo "espanzurraos" y casualmente encontré unos que tenía de mi primera casa. Los compré hace trillones de años en Ikea y eran de madera, así que dije... "se los apaño a la suegra rápidamente! Un poco de pintura blanca y los bordes rojos y quedan chachis"... Sí, sí.... Como SIEMPRE me pasa... zas! jo-dio-se el invento!. Y por qué? Pues porque la puñetera pintura blanca en spray (juro que con el resto de colores no me pasa) me volvió a hacer de las suyas. Pero como una ya está escarmentada, lo solucioné rápidamente.

6. Un marco de fotos especial

Este es el regalo al que más cariño y dedicación he puesto (ya siento no tener una foto mejor). A priori parece que no tiene mucho trabajo, pero el marco blanco -me costó 1 euro en el rastro y lo tengo desde hace algún tiempo- estaba bastante cutrete (no tengo fotos del antes). Alguien lo había tuneado previamente y se había quedado "contento" con el betún de Judea, con el que hay que tener cuidado porque "lo carga el diablo" y hasta que lo limpié bien, me costó bastante. El otro marco, lo tenía desde hace tiempo también y lo pinté con pintura de la que utilicé para la silla. Como "paspartú" cartulina negra y blanca ondulada. Me he basado en el que os comenté aquí y me encanta como ha quedado. 

Es muy especial porque la foto está hecha el día de las bodas de oro de los tios-churri, con sus hijas y nietas (por eso he camuflado algo la foto). Se la "robé" al churri del ordenador y quería hacerla porque tío-churri hace apenas un mes que ya no está con nosotros [por eso quisimos celebrar nochevieja en casa, cambiar de aires y no ponernos tristes]

7. X

A la "polvorilla" de la familia pensé que le encantaría una enorme inicial de su nombre en papel maché. Este verano cuando descubrí los tutoriales de La Factoría Plástica hice una que le regalé a mi vecinita del pueblo y desde entonces tenía ganas de repetir y "perfeccionar la técnica".

Es fácil de hacer, pero engorroso. Acabé de pegamento hasta las cejas y "pa bien, pa bien" -que decía un queridísimo amigo mío- hubiera necesitado bastantes más días para hacerla; que secara bien, haberle puesto alguna capa más de papel y pintarla como quería... Vamos que conseguí acabarla de puro milagro, a fuerza de ponerla a secar cerca del calefactor (cosa que no fue una gran idea y no os recomiendo) y con una pintura bastante chapucera que intenté disimular con una pasta "glitter" que compré en la tienda de manualidades y un papel de regalo en los laterales que le combinaba bastante bien. Entre nos; es el regalo que peor me ha quedado (demasiado Barbie, además de mal rematada) y no sabéis lo que me jo-de porque le he echado un montón de horas. ¡La tercera letra que haga, seguro que me queda guachi-guachi!

8. El joyero vertical

Su destinataria ha estudiado algo así como diseño y fabricación de joyas, no se exactamente cómo es, pero hace unos anillos y unas cositas muy chulis y pensé que un joyero para colgar en la pared vertical para que ocupara menos, como tantos que había visto por la red, le vendría genial. Ya no tenía ningún marco especialmente bonito, pero tenía éste ya pintado de gris de algún proyecto previo que se quedó en agua de borrajas y pensé en aprovecharlo. Mi amigo Javi me regaló este verano un rollo de tela de gallinero que le apareció por su casa de Jaca, nadie sabe cómo ni porqué... "seguro que a tí te sirve para algo..." Y mira, acertó!
Al poner la tela de gallinero pinchaba bastante por la parte de detrás, así que lo rematé con cartón que forré con una tela de rayas amarillas. En los laterales he usado unos pomos de Ikea (0,99 €/ 6 uds) para colgar pulseras. Con cartón y una moldura que tenía de unas "oportunidades" de Leroy Merlin, le hice el cajoncito para que pudiera dejar los anillos (era algo que echaba de menos en todos los colgadores que había visto por la red). Y en la parte de abajo lleva unos ganchos para poder colgar collares largos.

No se si queda mal que lo diga, pero me encanta cómo ha quedado y a su destinataria también... estaba emocionada y decía "mira mamá... como lo que estaba buscando y no había manera de encontrar..." (la pena son las fotos tan chungas que me salieron!!!!!, cagüenlamar!)