Pues sí, otra Rast (y me temo que no será la última) porque como me quedé con ésta, había que sustituirla. Pero con tanto tuneo últimamente ya estoy un poco saturada, además de cansada, así que llevo unas semanas en modo "campo y playa" y por eso a esta otra le he hecho un disfraz rápido y sencillo, pero no por eso deja de gustarme.
Pasos:
1. Un par de manos de tapaporos, porque la Rast viene como su madre la trajo al mundo.
2. Un par de manos de pintura de pizarra (no se si he hecho bien, mal o regular, pero he pasado de la imprimación esta vez) dejando secar 24 horas entre capas {sigue siendo el mismo bote de pintura de pizarra y aún queda -para que veáis lo que cunde-}
3. Ponemos juntitos los frentes de los cajones y marcamos con cinta de carrocero las rayas del tres en raya (lo que sobra en las intersecciones, lo cortamos con cuidado con un cúter)
4. Pintamos las rayas. Importante: como hay que darle un par de capas de blanco, lo mejor es que comprobéis el tiempo de secado del fabricante (que suele ser de 3 a 6 horas entre capas) para que las podáis dar el mismo día y retirar cuanto antes la cinta de carrocero y que os queden las rayas perfectas, porque cuanto más tiempo está la cinta más corremos el riesgo de que se nos cuele pintura por debajo de los bordes de la cinta, de que quede muy pegada y cuando la vayamos a quitar nos llevemos la pintura y cosas de esas que nos fastidian los tuneos y luego hay que apañar [que es exactamente lo que me pasó a mí... por vagaza. Así que luego no digáis que no he avisado, eh?]
5. Terminamos de montar [normalmente cambio los tiradores pero esta vez pinté de pizarra los que trae para que quedaran camuflados, que quedan muy bien y eso que te ahorras]
6. Cogemos una tiza y empezamos a jugar!
Sencillísimo, a que sí? Pues venga, a animarse. Sobre todo si tenéis peques, que para una habitación infantil es una chulada. A los peques les encantará, y los mayores pasaréis un rato entretenido haciéndola y además sale a precio de juguete.
Feliz finde!