lunes, 30 de mayo de 2011

Mi pequeña Chandelier

La verdad es que yo no soy de usar el término "chandelier" (sin que nadie se ofenda pero me parece un poco cursi) de hecho es la primera vez que lo hago, pero me suena tan bien el título así....

El caso es que compré ésta lámpara un domingo de rastro (raro en mí, no?) por puro impulso, la ví en el suelo, pregunté el precio, regateé y me la llevé, pero ni siquiera me fijé si le faltaba algún "colgante" (que además de lágrimas, desconozco si tienen algún nombre especial y afrancesado -soy novata e ignorante del universo chandelier-) pero por su tamaño tan coqueto, tan "recogido", me pareció perfecta para iniciarme en el mundo de las lámparas de araña

Descubrí con gran alegría que apenas le faltaba alguna lágrima y que los palitos blancos los tenía todos, así que fui a una tienda que bien podría llamarse "El paraíso Chandelier" donde puedes encontrar todos los repuestos inimaginables. Preciosos.... pero qué precios!!!! Empiezas a echar cuentas y, como diría mi abuela, te salen rosarios. Como se dice por estas tierras, vale más el bollo que el coscorrón.

Finalmente encontré a uno en el rastro que tenía algunas lágrimas sueltas de una lámpara descuartizada y aunque no fueron un chollo, me salieron mucho mejor de precio.

Con mucho cuidado desmonté todas las piezas para limpiarlas una a una


Las piezas de cristal las metí en un barreño con agua caliente jabonosa y ayudándome de un cepillo de dientes viejo las froté suavemente


La estructura de metal la limpié con un remedio casero que me aconsejó la señora de la tienda de lámparas "En una sartén, fríes aceite de oliva con un ajo, cuando se enfríe, le añades un chorro de vinagre y le das la mezcla con un cepillo suave...". Dejando a un lado mi escepticismo ante tal receta, hice lo que la señora me aconsejó y a pesar del olor a ensalada que desprendió la lámpara durante unos días, la verdad es que quedó bastante bien y eso que me entraron tentaciones de pintarla, pero creo que hice bien en dejarla tal cual.


Una vez colocada...


... la encendemos para comprobar que funciona y..... Funciona!!!!! 
A mi me gusta mucho.


Como me gustó la experiencia, me animé con el aplique vintage del que ya os hable hace unos días y me gustaría dar el salto a una "gran chandelier" (para no haberla utilizado nunca... parece que le he cogido gusto a la palabrita...) que cada vez que veo una, se me van los ojos detrás, pero no tengo donde ponerla!

4 comentarios:

  1. Uf! A mi todavía me cuestan estas lámparas. Quizá porque la casa de la abuela tenía unas enormes y siempre me pedía que le ayudara a limpiarlas. Se fueron a la basura, qué pecado, como tantas otras cosas.
    Pena no tener espacio para guardar.

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  2. Eso mismo lo recuerdo con mi madre y sus adoradísimas arañas! De ahí que hasta hace nada les tuviera manía, pero al final... la cabra siempre tira al monte.
    Yo tengo espacio para guardar, así que avísame antes de tirar!
    Un beso guapa y gracias por comentar

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  3. Quien me hubiera dado acudir un domingo contigo al rastro. Mi marido y yo lo pasabamos chachi piruli pero contigo hubiese sido la repera limonera. ;)

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  4. Tengo una lampara muy parecida a esa pero al limpiarla se me han roto algunos tubos. No se donde los puedo comprar. Alguien me puede ayudar.
    Gracias

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