Entrando en casa

En concreto en la mía, nos encontramos, cómo no, con un mueble tuneado. Helo aquí....

Lo compré en el rastrillo benéfico que celebran cada año en mi ciudad a finales de octubre y del que soy incondicional y lo tuve guardado bastante tiempo hasta que me decidí a tunearlo (fue uno de mis primeros trabajos). Era de color vainilla, con un montón de repujados en las puertas y unos tiradores (que por cierto, he visto que todavía los venden en una ferretería de las de toda la vida) de esos con escenas campestres (y como no sabía que esto del tuneo se iba a convertir en una afición, pues no tengo fotos del "antes")

Después de quitarle toda la pintura (con la ayuda de un decapante en gel) y los repujados (que eran como de plástico y casi se deshicieron con el decapante), comencé la transformación. En los frentes de las puertas le coloqué unos espejos de Ikea que ni hechos a medida me encajan mejor (esas benditas casualidades que a veces ocurren) y la verdad es que le dan "el" toque al mueble, que de por sí el pobre mucho no decía, pero por medidas viene de película en una entrada y con el nuevo disfraz hasta da el pego y todo...

Como siempre, el interior bien forrado, en este caso con un papel que no tiene nada que ver con el aspecto exterior

Bienvenid@s!!!

Nada más entrar dos de las cosas que más me gustan; los espejos (los venecianos son mi perdición) y los ángeles, que hace días que no ponía ninguno... Así que hoy me despido con éste