Hace ya algún tiempo os enseñaba
este apartamento en el que estuve viviendo una temporada y que luego pusimos en alquiler.
El baño, que me parece muy chulo, tiene una encimera de madera muy oscura [se supone que tratada para que aguante bien las "inclemencias" del baño] que antes de alquilarlo lucía así de bonita
Tras dos años de alquiler [y se supone que el inquilino es de los que podemos calificar como "buenísimo"]
la pobre encimera quedó así {la foto es penosa, pero con el disgusto que llevaba no me dió para más. Ojo al dato; observad la mampara de la ducha que en lugar de transparente está translúcida.... apuesto a que no la limpiaron nunca!}. Os aseguro que al natural el destrozo es mucho mayor.
¿Y a quien llamo yo ahora para que me lo repare?. La pregunta del millón, bueno más bien diría "del riñón", porque llames a quien llames, fijo que te cobran un riñón por arreglarla. Ya me imagino yo al "ñapas" de turno que, mientras se rasca la cebeza, te dice;
- Buuuuooooaaaahhhh!!!! Mal arreglo tiene esto, señora (Aquí en mi tierra, es costumbre empezar así con todo... "Siemprrrre negativo, nunca positivo", que diría aquél). Si la arreglamos, la tenemos que desmontar, llevarla al taller, volverla a barnizar y montarla de nuevo... En total, así a ojooooo, tantasmil! [toma ya! este se cree que soy la que le voy a sacar de la crisis]
- Para eso -sigue rascándose la cabeza y/o/u otras partes de su anatomía- casi le sale más a cuentaaaa -es que tenemos acento maño, qué le vamos a hacer!- cambiar la encimera... Pero no se ponga algo tan delicao. Tenemos unas encimeras de.... (aquí dejas de escuchar porque lo que quieres es tu encimera, delicada o no, como estaba. Y déjate de inventos, te voy a dar yo a tí delicao...)
Así que, como servidora es apañada a más no poder, se dice a si misma..."Niquelada, la voy a dejar ni-que-la-da". Una lijadita suave para alisar lo más feote, un barniz nuevo -"Este debe ser bueno, que pone especial baños y cocina"- y para que no se desgaste tanto el canto, le ponemos una cantonera de aluminio, que no le quedará mal y encimera nueva....!!!!
Pero hay apaños que, aunque bien intencionados, terminan siendo -y perdóneme mi querido público la expresión- una gran cagada. Tu Pepitogrillo interior no para de repetirte "Manolete, Manolete... si no sabes torear, pa qué te metes?!!!"
La suave lijada un desastre, menos mal que la dí con una lija de 400 (de las más finas) porque casi termino de cagar las partes que estaban bien. El "barnizespecialbañosycocinas", una mierda pinchada en un palo (al menos para este trabajo). Gracias a Dios por tanto favor, era al agua y restregando bien y nada mas darlo, pude quitarlo. La única idea buena, la cantonera.
"Tocotón... estás perdiendo facultades. Esto es el principio del fin!". Y para no sentirte tan chapucera, y teniendo en cuenta que tu autoestima como recicladora está en juego, decides cambiar el papel de las paredes... Y oye, otra cosica es.
Dándole vueltas y vueltas a cómo arreglar la pifia, me topo con la solución (más bien posible solución) en el escaparate de una droguería-perfumería de las de toda la vida (algo careta) que hay en la calle Ponzano, haciendo esquina [ni les conozco, ni me pagan por la publi, pero cuando te atienden bien, se merece reconocimiento]. Encima una solución sencillísima.
Bueno, vale, ya se que no deja de ser un reparador de madera, pero es buenísimo. Las manchas blanquecinas del agua han desparecido (eso sí, tal y como me dijo la señora, apliqué el producto varios días seguidos) y se ha quedado con un brillo y un lustre quepaqué. A las pruebas me remito...